50 Aniversario del Sporting Cristal

Un sueño hecho realidad

Por: Fernando Vásquez

Don Ricardo Bentin Mújica despertó el ocho de abril de 1954 con mucha ilusión luego de tener un gran sueño. Ese sueño de aquella mañana consistía en fundar un club que representara la nueva empresa peruana; aquella que después de varias transacciones, fuera vendida por dueños británicos a empresarios peruanos.

El viejo y tradicional barrio del Rímac necesitaba que aquella idea de Don Ricardo se hiciera realidad. La Backus ya contaba por aquellos años con un equipo, el Sporting Tabaco, pero éste nunca había logrado nada exitoso y las dificultades económicas mellaban sus aspiraciones de ser un grande de nuestro precoz fútbol.

El matrimonio Bentin, busco por varios lados un terreno donde los trabajadores pudieran desarrollar sus actividades deportivas; el lugar escogido fue el famoso barrio de ‘La Florida’ que se convertiría desde ese momento en el semillero de todas las generaciones del club. La nueva casa celeste contaría con un área de 137,000 metros cuadrados.

Todo marchaba bien hasta que las cosas se tornaron difíciles, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) puso la primera piedra en el camino. No recibió con buenos ojos la fusión del Sporting Tabaco que se transformó en un club muy poderoso para el medio.

La polémica se mantuvo por un tiempo, hasta que por fin aquella piedra molesta se deshizo para dar lugar en el año 1955 al nacimiento de un sueño que siempre tuvo la forma de un gran cristal; el primer nombre con que bautizaron a la celeste fue “Sporting Cristal Backus”.

Con todo ya realizado, la familia Bentin entregó su mejor regalo a nuestro fútbol que carecía de equipos que realmente se preocuparan en el jugador, y lo traten como un verdadero profesional.
La vida deportiva del Sporting Cristal (su primer nombre fue cambiado años después por independencia económica, a pesar que la empresa aporta dinero al club), fue creciendo como la espuma de la cerveza recién servida.

Hablar del Sporting Cristal es contar sobre sus 13 campeonatos profesionales, 9 subcampeonatos, 17 participaciones en la Copa Libertadores de América. Como no recordar aquella imagen del subcampeonato disputado con el Cruzeiro de Brasil en el año 1997 donde la corona de América se nos escapo de las manos como la pelota a Balerio en aquel trágico gol.
Cristal rozó el cielo y la mejilla de Dios en esa noche, marcando un hito en nuestro fútbol profesional. No cabe duda que miles de niños y jóvenes luego de aquel partido decidieran ponerse la celeste para siempre.

El sueño se hizo realidad, el anhelo de la familia Bentin pasó de ser idea o pensamiento a algo material, algo palpable como las copas ganadas, y desde lo alto, desde su sitial de privilegio, Don Ricardo Bentin debe estar proclamando por los 50 años de su querido club con un merecido: ¡Salud Cristal!

Entrevista:

Rafael Asca: Ídolo viviente del Sporting Cristal, que con temperamento y compañerismo se hizo de un sitial en nuestro fútbol nacional y en especial del corazón del hincha celeste.
“Nadie me enseñó lo que era tapar profesionalmente, tuve que hacerme solo a base de mis errores, le dedico toda mi trayectoria y laureles a mi técnico Abelardo Roble”

¿Como se inicio en el fútbol?
En un modesto equipo de Magdalena llamado San Lorenzo de Almagro, ese fue mi primer equipo donde empecé a jugar.

¿Sus padres nunca le impidieron que se dedique al fútbol?
Al contrario, me apoyaron para que siga. Además yo trabajaba después de los entrenamientos, así que siempre aportaba económicamente. En pocas palabras, nunca tuve problemas alguno, solo tenían miedo que me lesionara.

¿Su salto al Sport Boys como se dio?
En aquella época, el Sport Boys necesitaba arqueros, pues su titular un veterano que había defendido nuestra selección en la Olimpiadas ya se quería retirar, así que los dirigentes me vieron y me pidieron que me quede.

¿Fue difícil adaptarse, jugar en una equipo de liga distrital es distinto a jugar en un torneo profesional?
Me costo muchísimo, yo no tenía a nadie quien me enseñara, tenía miedo al fracaso, pero me daba valor y empecé a entrenar duro para hacer de mi un buen arquero.

¿Cómo llega al Sporting Cristal?
Primero llegue al Sporting Tabaco en el año 1951 donde fue mi peor momento en el fútbol, fui suplente durante un año. Me sentía mal, pero no me amilane, seguí trabajando porque sabía que iba a volver a la titularidad.
Y lo consiguió…
Claro, en 1955 el Sporting Tabaco se fusionó y nació el Cristal donde yo más cuajado logró campeonar en 1956 con el equipo, dejando mis mejores recuerdos en la entidad celeste.

¿Con Cristal usted mejoró en lo profesional y en lo económico también?
Te diré con franqueza que el nacimiento del Sporting Cristal significó para nuestro fútbol de entonces una mejora en la calidad de vida del jugador, no es por desmerecer a mis demás clubes, pero antes sólo teníamos dos duchas para 20 jugadores, canchas descuidadas, era antes muy difícil ser futbolista.

¿Qué le diría a su club por los 50 años de vida?
Solo le diría que gracias por todo lo que me dio, los triunfos, las amistades y que siga demostrando con el pasar del tiempo lo grande que es como institución y como equipo.

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